Crece la tensión en el mar Negro. Rusia ha concentrado sus ataques en las ciudades portuarias del sur de Ucrania y su infraestructura de cereales, especialmente en Odesa, un punto clave del acuerdo con la ONU que facilitó la exportación de millones de toneladas de grano por mar al resto del mundo. En una escalada marítima, Moscú también ha advertido de que cualquier barco que navegue hacia esos puertos se considerará potencialmente hostil, a lo que Kiev ha respondido con una declaración similar.