El euríbor roza el 4%, tras subir desde el 0% de hace un año, y está asfixiando a los hipotecados y a quienes necesitan un préstamo para adquirir una vivienda. El encarecimiento de la financiación está siendo vertiginoso. La prueba más visible es el histórico repunte del índice de las hipotecas, pero el daño es similar para realizar cualquier otra gran compra, de un coche por ejemplo. Estas consecuencias forman parte del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de ahogar el consumo y la actividad económica en general para moderar las subidas de precios.
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