“Habitar significa dejar huella”, escribió el filósofo Walter Benjamin. Precisamente, la huella que dejan en el mundo los autores y autoras más relevantes es su legado literario, constituido por elementos que podrían ser materiales (biblioteca particular, archivos) o inmateriales (ética e imagen proyectada) que dejan de forma voluntaria o involuntaria, tal y como explica Antonio González Rueda, investigador del INDESS de la Universidad de Cádiz y autor del libro Patrimonio literario y cultural: fundaciones, legados y otras tribulaciones.
Decidir preservar un legado de un escritor conduce a una patrimonialización.
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