2023 fue bautizado como el Año Picasso en honor al 50 aniversario de la muerte del pintor, al que se dedicaron un total de 46 exposiciones (17 nacionales y 29 internacionales). El generoso despliegue, iniciativa de los Gobiernos español y francés, ha atraído a tres millones de visitantes. Ahora bien, ¿era necesario semejante esfuerzo para rendir homenaje a una figura tan conocida? ¿Ha sido el abanico de propuestas lo suficientemente amplia como para abordar sus lienzos, pero también los aspectos más controvertidos de su biografía? Y yendo un paso más allá: ¿sirven de algo este tipo de tributos?
"No había unas expectativas numéricas concretas, pero la celebración se ha desarrollado sin conflictos.
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