El brote de coronavirus procedente de la ciudad china de Wuhan ha dejado, además de algunas decenas de muertos y más de 40 millones de personas en cuarentena, la estrafalaria noticia, para el estómago europeo, de que en algunos países se comen murciélagos.
Pero la sopa de murciélago, que según algunas fuentes podría estar en el origen de la epidemia, no es el único uso que se le puede dar a estos mamíferos voladores.
En el Foro Económico Mundial que se ha celebrado en la localidad suiza de Davos, los murciélagos eran el reclamo de una de las más de 350 mesas redondas y encuentros que han reunido a cerca de 3.000 asistentes procedentes de 118 países y a unos 220 periodistas.
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