Las subidas de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) para luchar contra la inflación han abierto una primera grieta en la economía de nuestro país. El gasto de las familias en lo que la ciencia económica denomina bienes duraderos, que se reutilizan (que abarcan electrodomésticos, muebles, tecnología o vehículos), se redujo en el segundo trimestre por primera vez desde el arranque de 2021. Es una consecuencia del encarecimiento del crédito al consumo y del resto de la financiación que ha provocado la austeridad monetaria de la institución que preside Christine Lagarde.