Alexandre de Moraes (Sao Paulo, 1968) se convirtió en una figura clave de la pacificación tras el 8 de enero, cuando un asalto ultra de seguidores bolsonaristas irrumpió en las sedes de los tres poderes constitucionales en Brasilia. Unas horas “insurreccionales" que quedarán grabadas en la historia del país como “el día del Capitolio brasileño”. El mismo domingo del asalto ultra a las sedes de los poderes federales brasileños, el magistrado, uno de los 11 jueces del Supremo y actual presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), escribió en Twitter: “Los despreciables ataques terroristas a la democracia y a las instituciones republicanas serán penalizados, tanto en el caso de los financiadores como de los instigadores, y de los funcionarios públicos que continúen en la conducta ilícita de las movilizaciones antidemocráticas.