Un año después del brutal asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, la sociedad estadounidense y el mundo entero han cuestionado la falta de contundencia con Arabia Saudí del presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha dado más importancia a su alianza estratégica con la corona que a la preservación de los derechos humanos.
Organizaciones internacionales, periodistas y hasta el Congreso estadounidense han criticado que Trump haya mantenido una buena relación con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, acusado por la CIA y la ONU de haber tenido un rol principal en el asesinato de Khashoggi y con quien el inquilino de la Casa Blanca ha posado sonriendo en varias ocasiones desde entonces.
Leer más: La peligrosa alianza de Trump con los saudíes, bajo la lupa por el caso Khashoggi