El gasto presencial con tarjetas españolas fue en abril un 10% superior al de 2019, esto es: al mismo mes de la antigua normalidad. El comercio electrónico ha sorteado mucho mejor la pandemia, pero el físico no solo se hundió durante el confinamiento sino que le costó arrancar el año debido a las restricciones y el temporal.
En marzo y abril, por fin, la situación se revirtió. Los datos en tiempo real de BBVA muestran que el consumo offline está ya en niveles anteriores a la crisis sanitaria, pese a que el gasto con tarjetas extranjeras siga hundido, como el turismo.