Para comprender por qué los grandes partidos conservadores alemanes están cayendo de un tiempo a esta parte en los sondeos de intención de voto hay que saber de los negocios que hicieron varios de sus diputados en la pandemia. Algo turbio han de tener esos negocios cuando se les conocen en Alemania como 'Maskengate', algo así como "mascarillasgate".
Con ese nombre se alude al caso de los diputados conservadores que ganaron dinero cobrando comisiones al facilitar la venta de mascarillas a organismos públicos en plena pandemia.