Un empleado, tras una cinta y con las medidas de seguridad por la pandemia, atendía este miércoles las consultas de los pocos ciudadanos que se acercaban a la oficina del SEPE en el distrito madrileño de Arganzuela. A priori, la misma situación que se vive en una mañana habitual desde que estallara la pandemia y hubiera restricciones de acceso a las oficinas del servicio de empleo. Sin embargo, los que sí tenían cita y eran atendidos, no lo hacían en las condiciones habituales.