Hace un año, el sector logístico empezó a acaparar titulares. Empresas que, normalmente, quedaban en un segundo plano, porque se veían como una parte del engranaje del comercio mundial que no solía fallar, empezaron a tener un atasco global. Embotellamientos en los puertos de China, de Estados Unidos y de Europa, que conllevaron retrasos en todo tipo de productos y la expresión 'problemas en la cadena de suministro' se coló en buena parte de las explicaciones que daban al mercado las grandes multinacionales.