El Ministerio de Consumo plantea gravar con una tasa a las empresas que ofrecen las denominadas cajas botín o "loot boxes" de los videojuegos y exigir una licencia a los operadores que quieran ofertarlas.
Las propuestas figuran en una consulta pública lanzada por el departamento de Alberto Garzón de cara a la futura regulación de estas herramientas, anunciada hace un año por el ministerio con el objetivo de prevenir la ludopatía en menores de edad.
Entre las cuestiones que plantea Consumo está la de, si las "loot boxes" se regularan a través de la Ley del Juego de 2011, como planteó el director general del Juego, Mikel Arana, en noviembre pasado, las entidades que las oferten deberían obtener una licencia general específica o bastaría con las licencias generales de "otros juegos" que recoge esa norma.