El viernes por la noche, tras una larga jornada de protestas en Washington DC, centenares de manifestantes se agolparon en las inmediaciones de la Casa Blanca. Gritaban contra el presidente y lanzaban algunos objetos. Los agentes del Servicio Secreto decidieron trasladar a Trump al búnker de la Casa Blanca, un refugio subterráneo utilizado en otras ocasiones de peligro, como los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El episodio ayuda a comprender mejor sus tuits del día siguiente: "Gran trabajo anoche del Servicio Secreto en la Casa Blanca. Yo estaba dentro, vi cada movimiento y no me pude sentir más seguro.