Las calles del centro histórico y las playas de Cartagena de Indias están desiertas, como las habitaciones de los hoteles, los bares y los restaurantes, una situación sin precedentes en esta ciudad caribeña, meca del turismo colombiano, por la pandemia del coronavirus.
En las playas, usualmente atiborradas de turistas y de vendedores, hoy se ven más pájaros que personas, mientras que en el centro histórico y en el turístico barrio de Getsemaní el silencio es sepulcral, sin cartageneros ni turistas, por la cuarentena en vigor desde finales del mes pasado.
AL BORDE DE LA QUIEBRA
"Creo que puedo aguantar unos tres meses, siempre y cuando el dueño de la casa donde está el local nos ayude al no cobrarnos el arriendo en estos meses y nos dé plazo para pagarlos de manera diferida", dice a Efe María Pardo, propietaria del Bar Tasca María que tiene más diez años funcionando en Getsemaní.
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