Hoy el Senado de EEUU anda con mucha prisa. Para tener el impeachment ganado de antemano, los republicanos están hechos un manojo de nervios y dispuestos a todo con tal de votar y absolver a Trump de una santa vez. En concreto, están desesperados por NO escuchar lo que John Bolton tiene que decir. El exconsejero de Seguridad Nacional, hasta hace poco la mano derecha del presidente en política exterior, es la persona que mejor puede conocer sus manejos con Ucrania y ya ha dicho que está dispuesto a testificar. Pero para eso, claro está, tienen que llamarle a declarar.
Bolton es un republicano de toda la vida con un largo historial de peleas con los demócratas, pero esta vez son los suyos los que no le quieren escuchar.