Hay sectores que dicen que no toca reducir la jornada legal máxima a 37,5 horas semanales sin reducción salarial y profetizan la enésima versión del apocalipsis laboral, como antes decían que no se podía subir el SMI o poner coto a la temporalidad, o muchos años antes dijeron que no se podía prohibir la esclavitud, el trabajo infantil o fijar la jornada laboral en 8 horas diarias o en 40 horas semanales. Siempre hay atrasistas que dicen que no se puede.
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