El 9 de noviembre de 1989, con la caída del Muro de Berlín, cambió la historia del mundo. En poco tiempo se desintegró la Unión Soviética y concluyó la Guerra Fría. Dos hechos concatenados y trascendentales. La Guerra Fría resumía el enfrentamiento a todos los niveles entre el bloque occidental y el bloque del Este, que se materializó cuarenta y cinco años atrás, al concluir la Segunda Guerra Mundial. Fuertemente armados ambos bandos, la tensión nunca estalló. De ahí el calificativo de "fría" que se dio a la contienda. Lo impensable estaba sucediendo. El fin de la URSS, disuelta oficialmente solo dos años después de la apertura del Muro de Berlín (el 26 de diciembre de 1991), implicó acabar con el orden mundial vigente, a que que se había basado en el contrapeso de dos bloques antagónicos.
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