Este domingo, la ultraderecha alemana se las prometía muy felices. “Hoy vamos a demostrar que somos un partido de masas”, decía Alice Weidel, diputada y co-lideresa en el Bundestag del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Hablaba Weidel a cuenta de los resultados de las elecciones que se celebraban ese día en Sajonia y Brandeburgo. El partido de Weidel conseguía un 27,5% de los votos en Sajonia y un 22,5% de los votos en Brandeburgo, según las primeras estimaciones. AfD ha quedado como la segunda fuerza política más votada en ambos Länder.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU) se impuso en Sajonia tras conseguir un 32% de los votos.