El primer acto presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva fue “revocar” un decreto firmado por Jair Bolsonaro que en la práctica liberaba la compra de armas para cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas. La nueva resolución suspende el registro de ese tipo de adquisiciones e impide establecer nuevos clubes de tiro, hasta que sea elaborada una nueva ley.
También ha reducido a tres el número de pertrechos en manos de un ciudadano común. Bolsonaro había elevado a seis la cantidad de armas que podía tener un civil.