Cualquier hecho que afecte a un producto que aporta a España más de 3.000 millones de euros vía exportaciones puede suponer un terremoto. Es lo que le está ocurriendo al aceite de oliva en lo que va de año. O mejor dicho, en los dos últimos años. A la caída de la producción por la sequía y al aumento de los precios se suma ahora una operación corporativa que puede hacer que cambie de manos la mayor compañía del sector.
Deoleo, la multinacional que está detrás de marcas como Carbonell, Koipe y Hojiblanca va a ver, previsiblemente, en los próximos meses el relevo de su primer accionista.