A principios de noviembre, el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, visitó Madrid y compartió comparecencias y entrevistas con el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. En una de esas citas conjuntas, el alemán defendió el histórico plan de choque de 200.000 millones de euros que ha movilizado el Gobierno de su país para aliviar el daño de la inflación. Incluso quitó peso a su impacto en el déficit [el desequilibrio del presupuesto público]: "No esperamos que varíe mucho. Se distribuyen en varios años. Y los ingresos tributarios son sustanciales".
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