Una de las escenas más memorables de la película El gran Lebowski, dirigida por los hermanos Coen en 1998, es en la que El Nota y Walter tiran las cenizas de Donny al océano desde un acantilado. Lo que podría ser un momento emotivo se convierte en comedia porque el viento sopla en contra, así que los protagonistas acaban llenos del polvo que pretendían lanzar al mar. Ya se puede decir que es un filme de culto, así que es posible que muchas personas que se hayan visto en una tesitura similar a la de esos colegas habrán pensado en él.