
Son días calurosos, por encima de los 30 grados. Es junio de 2017, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lleva días excavando y recuperando restos de la fosa número 1 en el cementerio de Guadalajara. La magistrada argentina María Servini ordenó a través del principio de justicia universal una nueva búsqueda para encontrar los restos del padre de Ascensión Mendieta, Timoteo, sindicalista de la UGT que fue asesinado cuatro meses después del final de la Guerra Civil española.
En esos días de emoción y trabajo, Laila Ripoll y Mariano Llorente, de la compañía teatral Micomicón, compartieron las vicisitudes y las emociones de la exhumación junto a los técnicos de la ARMH y tuvieron la oportunidad de hablar y vivir nervios y confesiones con Ascensión.
















