"Intentar condensar 17 años de trabajo en 13 minutos es muy difícil" fue la honesta y realista frase con la que Rihanna había tratado de calmar las expectativas generadas por su esperadísima actuación en el intermedio de la Super Bowl 2023. Un interés que se había visto multiplicado por suponer su regreso a los escenarios siete años después. Y qué manera de volver.
La artista apareció este domingo en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona) vestida de un rojo subida sobre una plataforma flotante en lo más alto del estadio, acompañada de bailarines encima de sus respectivas placas luciendo monos blancos.
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