Muchos autores clásicos de la literatura popular, especialmente aquellos comúnmente asociados con las lecturas juveniles entendidas como puertas de iniciación a la narrativa adulta, han sido atropellados por el torrente de novedades de la industria editorial. Parece haberse reducido la importancia que las nuevas generaciones otorgan a históricos como el Jack London de La llamada de la naturaleza, el Jules Verne de Veinte mil leguas de viaje submarino o el H. G. Wells de La máquina del tiempo.
Otros escritores parecen haber quedado muy desplazados, por poco presentes en el circuito juvenil y poco reivindicados por los lectores adultos.