Siendo honestos, en España no era tarea fácil ver las películas del Studio Ghibli. No ya porque el cine de animación japonés tenga sus propios vericuetos en cuanto a distribución cinematográfica se refiere, sino porque una vez exhibidas en salas era realmente complicado poder rescatarlas de forma legal.
En nuestro país, Vértigo Films cuenta con los derechos de ocho títulos que ha editado o editará en versión doméstica, amén de haber reestrenado Mi vecino Totoro cuando cumplió treinta años. Selecta Visión tenía otra licencia, mientras que eOne Spain ha editado cinco títulos más, también en formato doméstico. Una confusión de de derechos considerable.
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