Con la reciente y reluciente Palma de Oro en Cannes por Parásitos, Bong Joon-ho ha reafirmado la buena salud del cine surcoreano en el panorama internacional. Es la primera vez que su país se corona como la máxima galardonada en el festival de cine más prestigioso del mundo. Y aunque el Oscar a Mejor Película de habla no inglesa aún se le resiste a Corea del Sur, talento exportable no le falta.
Entre sus filas, Kim Ki-duk abrió la veda en festivales de todo el mundo con Hierro 3 y Samaritan Girl y Park Chan-wook cuenta con una legión de fans en todo el mundo gracias a obras de culto como La doncella y Oldboy.