Llegaron a todos los rincones del país y se acomodaron en la guantera del coche. A principios de los 90, no había quien no hubiera escuchado los remixes de Mike Platinas, lo que se vendió como un canto feminista en la voz de Rebeca, el italodisco de David Lyme o la electrónica de Toni Peret. Los Max Mix -popular saga de música dance de corta y pega- dieron el pelotazo en 1984 de la mano de la jovencísima discográfica Max Music (1983-2001), liderada por Ricardo Campoy y Miguel Degà, que lo arrasó todo.