Que se apriete el cinturón, como los demás. Es el mensaje que han dejado Alemania y los denominados frugales, encabezados por Holanda, ante la petición de Bruselas de más dinero a las capitales para hacer frente a gastos sobrevenidos, como la guerra en Ucrania, el incremento de los flujos migratorios o el aumento de los tipos de interés.
La reunión de los líderes de los 27 sirvió para constatar la enorme distancia que les separa respecto a la revisión del Marco Financiero Plurianual (MFF, por sus siglas en inglés), en la que la Comisión Europea ha pedido 66.000 millones extra.