La alegría duró solo unos minutos en una brigada desplegada en el frente del Donbás. El envío de munición europea que el ejército ucraniano llevaba días esperando finalmente apareció, pero tenía un problema: los más de 400 proyectiles de mortero de 120mm enviados desde Finlandia no encajaban en el lanza morteros italiano que tenían los soldados.
“Nosotros le llamamos el zoo”, explica uno de los militares del frente entrevistados para este reportaje. Se refiere a la gran variedad de proyectiles que tienen que emplear debido a la escasez de munición.