La bahía de San Francisco es, junto a algunas ciudades de China, una de las zonas de mundo donde se están probando con más intensidad los coches autónomos. Influida por la presencia de Silicon Valley, California concedió hace justo un año su primera licencia de robotaxi [vehículos totalmente autónomos que pueden recoger y dejar pasajeros] a Cruise, convirtiéndola en la primera empresa en poder cobrar por este tipo de de servicios. Después le llegó el turno a Waymo, propiedad de Google. Los permisos de operación de ambas compañías tienen limitaciones, pero las dos aseguran estar listas para dar un paso más.
Leer más: Policías y bomberos de San Francisco se hartan de los coches autónomos: "No están listos"