El viernes, alrededor de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, estallaron protestas que acabaron con 205 civiles palestinos y 17 policías israelíes heridos. La policía incluso entró dentro de la mezquita y disparó material antidusturbios. Las protestas continuaron a lo largo del fin de semana y la escena de los disturbios dentro de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado en el islam, se ha repetido este lunes, dejando más de 300 palestinos heridos.
La tensión ha aumentado cuando Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, ha lanzado un ultimátum a Israel para retirar a los agentes de la mezquita.
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