La Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) ha ordenado a la farmacéutica Johnson & Johnson descartar hasta 60 millones de dosis procedentes de la planta donde hace tres meses, por un error humano, se mezclaron vacunas de AstraZeneca y el fármaco de la empresa estadounidense.
El regulador estadounidense considera que los antídotos contra la COVID-19 pueden estar contaminados y, por lo tanto, impide su distribución. La confusión se produjo a finales de marzo en una planta de la firma Emergent BioSolutions, en la ciudad estadounidense de Baltimore, donde se preparaban vacunas de AstraZeneca y J&J.