Estados Unidos y la OTAN han hecho dos grandes anuncios en las últimas horas: han confirmado su salida de Afganistán después de dos décadas de guerra y han mostrado su apoyo a Ucrania frente a Rusia, que está desplegando tropas cerca de la frontera. Kiev pide ayuda ante el ruido de tanques en su frontera. Moscú alega que sus fronteras ya no son seguras, en tanto que las ex repúblicas soviéticas son miembros de la OTAN y, sostiene, la presencia occidental está detrás de movimientos antirrusos en Ucrania –donde el Kremlin tiene abierto el conflicto por Donbás (la cuenca del Donets), además de la anexión de Crimea hace diez años, entre otros–, o Bielorrusia.