El aislamiento acaba asociado a un halo de pereza en el arreglo personal, y con el transcurrir de los días también llega cierto abatimiento, de ahí que los tonos en las prendas que vestimos vengan a abrir una ventana a la alegría y a disfrutar, aunque sea desde casa, los colores de la primavera.
A pesar de que las colecciones están listas, basta con abrir el armario y buscar en repisas y perchas para encontrar un color que sea un escudo para el desánimo.
Empezar el día con un buen estado de ánimo y conseguir que la "autoestima" se mantenga alta es un reto diario, explica la psicóloga Raquel Férnandez Benito.