El sacerdote Edwing Román, sitiado en su parroquia por la Policía de Nicaragua junto a un grupo de mujeres en huelga de hambre, amaneció este sábado en un hospital de las afueras de Managua, a donde fue trasladado ayer tras su liberación, luego de más de ocho días de encierro.
Román, un diabético de 59 años, está entre los más afectados por la prohibición policial de pasar alimentos, agua y medicamentos a las personas encerradas, y se encuentra estable, aunque necesita atención médica, según informó la Arquidiócesis de Managua.
El padre formaba parte de un grupo de 14 personas que ayer viernes iniciaban su noveno día de encierro en la parroquia San Miguel Arcángel, de la ciudad de Masaya (Pacífico), a la que el Gobierno mandó cortar los suministros de agua y energía, tras conocer que al menos 10 mujeres iniciaban una huelga de hambre para exigir la libertad de más de 160 "presos políticos".
Leer más: Cura sitiado por la Policía de Nicaragua permanece hospitalizado tras liberación