Cave canem. La famosa advertencia romana para preservar la propiedad ha sido rescatada por el Banco Internacional de Pagos (BIS, según sus siglas en inglés) para alertar de la climatología inversora adversa por los desbordados niveles de deuda de las potencias industrializadas y por los constantes ensanchamientos anuales de sus déficits fiscales.
El BIS, de donde no solo emanan las reglas bancarias, tests de estrés y los niveles de solvencia y liquidez que se exigen al sector, sino que alberga al G-10, el foro de los grandes bancos centrales que se muestran reacios a reducir tipos para desesperación de los analistas del mercado, ha sido contundente.