La Comisión Europea ha decidido seguir adelante con la imposición de aranceles a los coches eléctricos que se fabrican en China y comienzan a aplicarse este viernes 5 de julio. Las nuevas tasas se suma al 10% que ya tenían y oscilan entre el 17,4% y el 37,6% en función de las marcas. Las represalias del gigante asiático al anuncio de Bruselas no tardaron en llegar y han reavivado la guerra comercial: Pekín ha amenazado con devolver el golpe con impuestos a la carne de cerdo (especialmente perjudicial para el comercio español), a algunas bebidas alcohólicas, como el coñac francés, y a los vehículos de lujo, que buscan dañar a la industria automovilística alemana.