Israel lleva semanas asegurando que lanzará próximamente una ofensiva contra la localidad gazatí de Rafah, donde se han refugiado más de un millón de palestinos que huyeron de otros lugares de la Franja. Varias fuentes anónimas han afirmado este miércoles que el Ejército sigue adelante con los preparativos para esa ofensiva, a la que se opone la comunidad internacional porque conllevaría un gran riesgo para los cientos de miles de desplazados, que no tienen adónde ir y que ya se encuentran en condiciones muy precarias, con escaso acceso a comida, agua potable y asistencia sanitaria.