El último recuento de víctimas de la mayor escalada de la violencia entre Israel y palestinos es de 500 muertos en el lado israelí y más de 2.000 heridos, de los cuales 20 se encuentran en estado crítico y 330 en estado grave; mientras, 313 gazatíes han fallecido, entre ellos 20 niños, y otros 1.990 están heridos.
Aunque el Ejército israelí haya confirmado que entre las víctimas fatales se encuentran al menos 26 de sus hombres, la peor parte se la han llevado los civiles, en ambos lados.