Solo horas antes de que se anunciara el proceso de impeachment contra Joe Biden, algunos republicanos ya ponían mala cara. "El momento de hacer un impeachment es cuando aparezcan las pruebas que vinculen a Biden con un crimen y eso no ha pasado”, decía un congresista republicano, mientras otro añadía: “No he visto hechos o pruebas que me convenzan, ni a mí ni a nadie”.
Eso no lo discute ni siquiera la persona que ha puesto en marcha el proceso de destitución, el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (“mi Kevin”, en palabras de Donald Trump).