¿Qué tienen en común la marca de ropa deportiva Kelme, la mallorquina Majorica, una televisión española de extrema derecha o la inmobiliaria Renta Corporación? La respuesta la tiene Gregoire Bontoux-Halley, discreto inversor francés afincado en España desde hace años y descendiente de una rama de la familia fundadora de Carrefour, el gigante galo de la distribución.
Con 56 años recién cumplidos, este multimillonario de perfil bajo, del que no hay apenas fotografías ni entrevistas en prensa, es conocido por haber participado en los supermercados Dia, en cuyo capital entró en 2019 para oponerse sin éxito (salió en 2021) al asalto de su actual dueño, el holding Letterone, del oligarca ruso Mijail Fridman.