Cuando Fox News echó en abril a Tucker Carlson, el presentador de su programa con más audiencia, no dio una explicación oficial. Sucedió después de que la cadena se viera obligada a pagar más de 787 millones de dólares (unos 725 millones de euros) a una empresa de máquinas de recuento de votos, Dominion, por las acusaciones falsas a sabiendas de que habían alterado el resultado electoral. Carlson, uno de los promotores de las mentiras, había dejado por escrito en emails y otros mensajes que no creía los inventos de Trump y su equipo.