Los termómetros han escalado esta semana por encima de los 40 grados en varios puntos del país en una nueva ola de calor, la cuarta de un verano que está dando poca tregua. Se suele poner bajo el foco a las personas que trabajan al aire libre, sin escapatoria en estos escenarios extremos, pero estos días hay también otros miles de trabajadores "chorreando sudor" a cubierto, a menudo bajo extensos techos de chapa y lejos de las miradas del resto. "Mi máquina suelta muchísimo calor, así que en mi puesto hace unos 40 grados o más, es inhumano", explica Pedro, que trabaja en una fábrica de muebles de madera en la Comunidad de Madrid.