Para muchos es "un trabajador ha muerto" en una breve noticia. A veces no trasciende siquiera la edad. Tal vez la localidad donde se produjo el accidente y el sector, un poco más. Para Miguel Ángel en cambio es el sillón vacío a su lado cuando ve el fútbol en casa. Que no suene Freddie Mercury desde la cocina. No escuchar en la cena “a ver si pasamos más rato los cuatro”. Ahora son tres.
Su padre, José Antonio González, era trabajador de la limpieza de Madrid y sufrió un golpe de calor mientras barría las calles al inicio de una tarde del pasado verano, en plena alerta por altas temperaturas.
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