El grupo indígena Cowesses descubrió el pasado miércoles los restos de 751 personas sin identificar, la mayoría menores, en un cementerio olvidado situado en el internado Marieval, en la provincia Saskatchewan, en Canadá. Unos días antes, el 28 de mayo, otro grupo indígena, los tk'emlúps te secwépemc, de la provincia de la Columbia Británica, anunció el hallazgo de 215 cadáveres de niños en un internado de Kamloops.
Unos 1.200 kilómetros separan ambos cementerios de niños indígenas. Hay muchos más por todo el país, vestigios de una política racista de asimilación a través de colegios que a menudo acabó en muerte y por la que pasaron 150.000 menores de las primeras naciones de Canadá.
Leer más: Canadá desentierra los cementerios perdidos del "genocidio cultural" indio