David Fincher ha intentado meterse en la cabeza de los asesinos en serie muchas veces, pero siempre lo hacía desde el punto de vista del de enfrente. Desde los policías que intentaban entender cómo funcionaba la cabeza de uno en Seven; desde los periodistas que se obsesionaban con otro en Zodiac; y desde los agentes del FBI que se reúnen con ellos para intentar trazar su perfil psicológico en la serie Mindhunter. A través de ellos, además, realizaba una radiografía a la sociedad de cada momento.