La portadas de los libros son sus fachadas. Las responsables de las no siempre fieles y justas primeras impresiones. Las que, cuando no se tienen referencias previas de los títulos, han de ganarse la capacidad de llamar la atención por encima de los otros tantos volúmenes con los que compartirá y competirá en estanterías de librerías y catálogos online. Para su primera novela, el cantante Rayden ha optado por que su cubierta la lidere su nombre artístico tachado con lo que parece el trazo de una cera rosa.
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