La frágil línea que hay entre un concierto de punk y una fiesta tecno es quizás la señal más reveladora del camino que toma un género musical con décadas de historia. Las nuevas generaciones del punk contemporáneo utilizan sintetizadores, cajas de ritmos y autotune; experimentan con la electrónica, el tecnopop y también con el lado más convencional del punk. Se mueven entre las influencias de míticos como Cicatriz, Parálisis Permanente o Joy Division, y la referencia de una música nueva plagada de nuevos recursos e infinitos estilos.
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