Cuando ya se les ha enterrado, su voz vuelve para contarnos algo nuevo. Coincidiendo con momentos señalados, bandas y artistas que llevan años sin pisar la tierra reaparecen con nuevos lanzamientos empaquetados en flamantes cajas. Bajo la categoría de ‘inéditos’ se han incluido algunos de los mejores episodios de la música, como Réquiem de Mozart y Para Elisa de Beethoven o joyas como (Sittin’ on) The dock of the bay, de Otis Redding; pero, en otras ocasiones, no pasan de la mera anécdota. Más allá de la magia y las grandes historias que a veces los rodea, estos lanzamientos plantean dilemas que pueden resumirse en una sola pregunta: ¿qué hubiera querido la persona cuyo nombre aparece en la portada?
Ya sean composiciones terminadas o apenas garabatos, lo inédito causa fascinación.